Comentario
Aunque doctrinalmente, siguiendo a la Dra. García-Ormaechea, el hinduismo es una religión monoteísta, pues Brahma integra en sí mismo todo el panorama espiritual, la aparición de la devoción bhakti (s. VII) y la eclosión de cultos populares favorece la personificación de distintas creencias religiosas en divinidades, lo que origina un infinito panteón mitológico.
El complejo panteón hinduista incluye dos grandes grupos de dioses: los védicos o revelados, que se originan durante las invasiones indoeuropeas, y los puránicos o antiguos, a partir del siglo IV.
Los primeros, los más antiguos, son representaciones de fuerzas de la naturaleza, teniendo un carácter guerrero y masculino. Los más importantes son Dyaus y Prithivi (cielo y tierra); Indra, deidas del firmamento y la tormenta; Agni, representante del fuego; Surya, dios del Sol; y Varuna, dios del mar que puede, con su rayo, impartir justicia.
A partir del siglo IV comienzan a cobrar auge los llamados dioses puránicos, integrados por la tríada Brahma-Vishnu-Siva, que representan respectivamente la creación, la preservación y la destrucción. Dioses complejos, poseen numerosa advocaciones y manifestaciones femeninas o consortes (shakti). Así, Brahma se relaciona con Sarashwati, diosa del conocimiento y las artes; Vishnu está relacionado con Lakshmi, diosa de la fortuna, la belleza y el amor. Un caso especial es el de la consorte de Siva, quien puede tomar varia formas: Parvati, diosa de la naturaleza y las montañas; Kali, deidad del mal y la destrucción; y Durga, diosa guerrera.
Otra deidad importante es Ganesh o Ganeza, hijo de Siva y Parvati, representado como un niño gordísimo con cabeza de elefante, generalmente sentado o bailando.
Vishnu posee diez avatares, siendo los más importantes Rama y Krishna, con los que descendió a la tierra para ayudar a los hombres. Krishna es, junto con Siva, la deidad más seguida en la India actualmente.